¡Qué lejos está la noche!
¡Qué sed sienten mis labios!,
deseosos de volver a saborear
entre sueños los tuyos,
y fragantes me revelan tus deseos.
Avanzo entre las esquinas de mi alma
y poco a poco encuentro el sentido
de tenerte muy de cerca,
¡Tan cerca y lejos!
que mis abrazos se bloquean
por sentir lo que siento,
este avismo de sentimientos
me desata del silencio.
Y entre tanta derrota
mi corazón se lastima
por gritar te quiero,
y sobrevivo callando
entre las sombras del miedo.
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