Luz que absorbe el infinito,
luz que por un suspiro ilumina,
luz que revives en los corazones
y las frágiles sombras se evaporan
por una sedienta y helada riada
del mal clavada en un alma.
Luz que penetra en la bondad
de una mirada,
no es como aquella agitada
entre nubarrones de piedras silvestres y malvadas.
Luz tal vez revives en mí
una esperanza que guiada entre desvelados ángeles
me calman entre sueños de una mañana,
me contemplan como luna enamorada
que besa la vida
y me mira como de un espejo se tratara
el reflejo de mi sonora y callada risa
se despeja entre el brillo
de la estrellada noche
y el soleado firmamento del día.
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